Sunday, September 10, 2006

MALTRATO FEMENINO Y ABUSO DE PODER MASCULINO: REFLEXIONES




Mag. YENI CASTRO PEÑA*

La historia que estamos acostumbrados a escuchar es aquella en la cual una mujer de escasa educación recibe golpes por parte de su esposo y debe soportarlos pues ella recibió poca educación a lo cual se agrega el hecho del temor y la carencia de medios o el desconocimiento de sus derechos. Sin embargo, existen casos, en los cuales, las maltratadas son mujeres profesionales con títulos algunas, maestrías otras e inclusive doctorados muchas. La pregunta que planteamos es ¿por qué estas mujeres con el nivel intelectual que tienen se dejan maltratar, muchas de ellas jóvenes, atractivas, inteligentes y con recursos económicos, por hombres que vendrían a ser su antítesis?.
Urgando respuestas hemos preferido esbozar algunas: muy baja autoestima, necesidad inmensa de cariño, deseo de protección que se invierte, necesidad de brindar amor, miedos, abuso de poder por la parte masculina, que llega al punto de la amenaza. Estas mujeres, a pesar de saber que tendrían la batalla ganada si de un problema judicial se tratase, callan, el motivo: Una sociedad machista, que no va a escuchar a la mujer como víctima de una seducción sobre todo si esta es una profesional, sino que la va acusar y a acosar sin haberla escuchado, como si su sola existencia determinase el actuar masculino.
Si bien actualmente, hay muchas mujeres ocupando puestos de poder no todas ellas lo consiguieron con su trabajo intelectual, una triste realidad del sistema del cual forman parte hombres y mujeres, donde se le enseña a la mujer a adecuarse a un sistema o perecer, se alienta su conformismo pues desde ya mientras ella trabaje cinco años para lograr obtener un ascenso, a un hombre se le da el ascenso en unos meses sin gran esfuerzo. Nuevamente, regresamos nuestras meditaciones hacia una sociedad machista donde la mujer es enemiga de sí misma, ella es la madre y el elemento fundamental en la crianza de sus hijos o de la malacrianza de los mismos. No obstante, la sociedad tiene lo propio, el pacto social convenido en muchos países de América Latina, es que los varones sean quienes realicen el trabajo académico y su compañera aún siendo profesional deba resignarse a no emerger tanto, caso contrario se enfrentaría al disgusto de su opuesto complementario.
Esto no es más que propagar una “cultura de la resignación” donde la misma iglesia afirma “hay que apoyar a su pareja, estar con ella en lo bueno y en lo malo”, creo que un caso singular lo podría esbozar el presidente elegido del Perú y su señora esposa quien ha estado con él, en lo bueno y en aquello que significó pobreza para el Perú. En este caso los principios éticos se dejan de lado, es interesante preguntarnos ¿puede un hombre vivir sin ética?, todo indicaría que algunos la ven como aquello que se les presentará el día del juicio final, en tanto se presentan ante un crucifijo a orar sin tener conciencia del daño que han podido causar.
La mujer profesional, lo primero que debe tener en cuenta es su valía como ser humano y su esfuerzo por lograr la carrera que posee, esto último la ayudará a no ser víctima del poder aplastante masculino, propio de una sociedad machista. Ella es sujeto y objeto de cambio, solo ella puede decir “basta”, el poder de un hombre se cimenta en la debilidad de una mujer, si muchas logran romper con ello, habrán comenzado a caminar y a crecer emocionalmente. No esperemos que el sexo contrario nos ayude, ayudémonos nosotras mismas.
En los interesantes relatos que he podido recopilar están el de mujeres enamoradas que han sido víctimas de hombres egoístas que las han convertido poco a poco en menos que seres humanos, el contraste entre lo que fueron y lo que llegaron a ser es realmente increíble y denota el poder que puede ejercer el hombre sobre el sexo opuesto que precisamente debido a su profesionalismo descuido su desarrollo emocional.


*Yeni Castro Peña, es Magíster en Estudios Latinoamericanos. Estudió historia en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es Miembro Correspondiente del Instituto Panamericano de Geografía e Historia, sede Perú.

2 Comments:

Blogger luis_enriquez said...

A riesgo de parecer poco comprensivo y ser calificado hasta de machista, ¿Qué análisis merece el maltrato femenino hacia su pareja? Es del conocimiento público las diferentes formas de manipulación y abuso dentro de la relación, llegando a convertirse en una relación de revanchismo. Estoy muy interesado en sus comentaios. Gracas.

2:51 PM  
Blogger Yeni Castro Peña said...

Estimado Luis Enriquez,
Si bien es cierto existe esta especie de revanchismo, pero hay què preguntarnos cuàl es la gènesis del mismo ¿Acaso una mujer que fue maltratada en su entorno familiar por un padre que maltrataba a su madre?. Basta con reflexionar un poco para poder encontrar respuestas.
Es la responsabilidad de toda mujer maltratada el buscar ayuda profesional para mejorar su salud mental y no tener futuros problemas en sus relaciones de pareja ni como madre.

12:19 PM  

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