Sunday, September 10, 2006

ALGUNAS REFLEXIONES EN TORNO A LA TEMPRANA PERCEPCION DE FRONTERA DE THEODORE ROOSEVELT (1851-1919)


Abstract.- El artículo intenta hacer un estudio comparativo entre la percepción que tuvo Theodore Roosevelt y Frederick Jackson Turner, ambos sujetos que vivieron en un mismo tiempo. El primero caracterizado por su practicidad y el segundo por brindar el fundamento teórico al significado de la frontera en la historia americana. Asimismo, se intenta plantear nuevos y viejos temas, que ya estuvieron presentes en los escritos de Theodore Roosevelt y que hoy en día son parte de una preocupación social, como por ejemplo el tema del medio ambiente, o el de la mujer, o bien el mismo tema de la frontera frente a la expansión estadounidense que no ha acabado y que se ha hecho evidente en la Guerra con Medio Oriente.
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“El verdadero historiador nos mostrará el pasado
ante nuestros ojos como si este fuese el presente”.
Theodore Roosevelt. American Historical Association.
Diciembre 17, 1912.-
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Un acercamiento a la visión de Theodore Roosevelt sobre el significado de la “frontera norteamericana” no solo nos lleva a replantear la ya conocida y hasta exhausta tesis turneriana sobre “el significado de la frontera en la historia norteamericana”, sino también a reflexionar en torno a determinados tópicos que actualmente son de inquietud para las no tan nuevas corrientes que se encargan del estudio de la “frontera” en los Estados Unidos.[1]
No es difícil imaginar el modo en cómo muchos historiadores de la frontera norteamericana y por ende del Oeste norteamericano, a partir de los años treinta y cuarenta de la pasada centuria, hayan hecho causa común contra Turner, lo difícil de entender es cómo no han logrado comprender que la “historia” construida por Turner fue el común denominador en muchos intelectuales y hombres de Estado de su tiempo.[2]

I. PROLEGÓMENOS A LA PERCEPCIÓN DE THEODORE ROOSEVELT SOBRE LA FRONTERA AMERICANA
Es muy difundida la reflexión dialéctica que “ los hombres hacen la historia pero que también la historia hace a los hombres”; sin embargo nos parece más cierta la afirmación: “la historia no es lo que sucedió sino lo que cada época y cada persona ve y conoce a través de la historiografía. Es decir, la historia es lo que cuentan los historiadores”.[3]
A pesar que no podemos hablar de “historiadores profesionales” como lo entendemos el día de hoy, si podemos hablar de “intelectuales de época”. Frente a tal aseveración, nos parece pertinente meditar otra de un estudioso de las Spanish Borderlands: “Turner había exagerado su postura y no fue riguroso definiendo los conceptos. Hasta usando el término “frontera” fue impreciso, ya que algunas veces representaba un lugar, otras un proceso y de vez en cuando una condición, una imprecisión difícil de evitar”.[4]
Si a fines del siglo XX, fue difícil precisar, para un acucioso investigador, el concepto de “frontera”, valdría la pena preguntarnos ¿ el objetivo de Turner fue definir precisamente el concepto de “frontera” o brindar pautas en torno al significado de la “frontera” en la historia norteamericana?.[5]
Nosotros creemos que Turner estaba más cercano a lo segundo que a lo primero, él tomó uno de los mayores mitos de la historia norteamericana y lo convirtió en historia efectiva a través de un esfuerzo analítico que partía de una realidad tangible la cual se podría resumir en: problemas laborales, nuevas oleadas migratorias, revuelta de campesinos, surgimiento de problemas urbanos, depresión económica, transporte y revolución en comunicaciones, el final de la expansión continental y el comienzo del imperialismo ultramarino.[6]
Si vamos a referirnos en adelante a la percepción de la “frontera” norteamericana en Theodore Roosevelt, es imperativo comenzar por precisar el término. El vocablo “frontera” tanto para europeos como para latinoamericanos no es tan antiguo. Dicha palabra apareció por primera vez en una carta en latín del Rey Luis X, en el año de 1315, pero tampoco daba una definición muy precisa, dejaba un “no – mans – land”.
Fue con la Revolución Francesa cuando nació realmente el “espíritu de frontera”, convirtiéndose así en un vocablo que servia para definir una barrera, una barricada o una fosa natural, en fin una especie de muralla. Se trataba pues, de una frontera lineal, rígida, única y continua, más o menos permanente, que marcaba el límite de soberanías y servía de puerta – o de muralla – entre naciones vecinas, esta fue la frontera que dominó en la época de los nacionalismos.
La definición esbozada es la que aplican los norteamericanos para la palabra “border” o “boundary”. En cambio, usan y del mismo modo nosotros usaremos el vocablo “frontera”, en inglés “frontier”, de manera más amplia que la europea o la latinoamericana. Designaremos con este término al espacio que encontrándose dentro de un país no es usado para marcar límites, debido a que es más bien discontinuo, dinámico e invita a penetrar porque está “vacío” y puede ser ocupado.[7]
Entenderemos “fronteras” como lugares de “encuentro”, o como zonas donde se desarrollan procesos de interacción entre dos o mas culturas que se relacionan con su ambiente, lo cual va a producir una dinámica única en el tiempo y en el espacio. Como afirma un historiador de las Spanish Borderlands: “Las fronteras hacen alusión tanto al lugar como al “proceso”, unidos íntimamente”.[8]
Las fronteras gozarían de un inmenso poder para transformar culturas pero en el proceso, éstas mismas serían transformadas también.
El estudio de la frontera en la historia norteamericana no sólo es el estudio de la importancia del avance hacia el Oeste, sino más aún es el análisis del significado que tuvo la frontera norteamericana como proceso histórico que no terminó en 1893 como afirmó Turner sino que más bien se extendió hasta el siglo XX y que aún continua en constante redefinición, pese al escepticismo de algunos académicos.[9]

II. THEODORE ROOSEVELT Y FREDERICK JACKSON TURNER: EL ESPIRITU DE UNA ÉPOCA.
Theodore Roosevelt (1851 - 1919), es más conocido por su carrera política que por sus méritos intelectuales, llegó a ser Presidente de los Estados Unidos desde 1901 hasta 1909, frente a la inesperada muerte de William Mc Kinley, el anterior mandatario de Estado.
Nuestro personaje provenía de una antigua familia de moderado bienestar económico del Este. Fue educado por tutores privados a diferencia de otros Presidentes como Lincoln o Cleveland quienes asistieron a escuelas públicas. Se destacó también como alumno sobresaliente de la Universidad de Harvard donde se graduó.[10]
Theodore Roosevelt fue un hombre que se hizo a sí mismo, en la escuela del Oeste, su experiencia en la región fue crucial en su vida como veremos en sus escritos "Ranch Life and The Hunting Trail " ( 1888) y " Winning the West" ( 1889 y 1894). Fue el hombre que encarnó la figura práctica del norteamericano.
En cambio, Frederick Jackson Turner ( 1861 - 1932) , es la imagen del académico de su tiempo que trató de darle un sentido a la historia de su país. Nació en Portage, Wisconsin, creció y vivió en el Medio Oeste.
Turner prefirió el estudio de la historia norteamericana tanto desde una perspectiva presentista como de una regional, siempre pensó que la historia norteamericana debía ser estudiada de manera diferente. Realizó sus estudios de Bachillerato y Maestría en Historia en la Universidad de Wisconsin, luego siguió estudios de Doctorado en la Universidad de Johns Hopkins entre 1888 y 1891. Al terminar sus estudios universitarios, retornó por un tiempo a la Universidad de Wisconsin en calidad de Profesor, hasta que se trasladó a la Universidad de Harvard en 1910 donde ejerció también como Profesor.
Hacia 1927, tres años luego de su retiro de la Universidad de Harvard, aceptó ser investigador académico en la Biblioteca Huntington, San Marino, California. En esta ciudad falleció en 1932, dejando redactados libros de gran importancia, uno de los cuales le valdría el Premio Pulitzer. Fue asimismo, recordado por sus alumnos por la amplitud y originalidad expositiva de sus tempranas aproximaciones interdisciplinarias en torno al pasado, del cual brindaba agudas interpretaciones sociales y económicas.[11]
La segunda mitad del siglo XIX, época que rodea tanto a Theodore Roosevelt como a Frederick Jackson Turner, estuvo caracterizada por la influencia del pensamiento europeo, nos estamos refiriendo a Hegel, Darwin, Marx y Spencer.[12]
En este período tan inestable, de constantes cambios y recomposición social, los intelectuales estadounidenses prefirieron estudiar el pasado a través de una perspectiva utópica, con un método de análisis mítico. Se hizo casi siempre historia narrativa, sin ninguna base ideológica que explicase el estado de la sociedad, esto se realizó por lo menos hasta 1890.[13]
Hacia 1888, Theodore Roosevelt escribía aún una historia narrativa, para él la historia no solo era la "maestra vida", sino también debía ser vista como un ejercicio literario: "Los grandes discursos de los Estadistas y los grandes escritos de los Historiadores pueden vivir solo si poseen la calidad imperecedera que es intrínseca a toda gran literatura".[14]
Muestra de esta historia narrativa roosveltiana, la podemos analizar a través de sus escritos, para nuestra modesta reflexión hemos preferido centrarnos en torno a su libro escrito en 1888, titulado "Ranch Life and The Hunting Trail", pero no obviaremos los demás discursos de Roosevelt que nos ayudan a comprender la forma de pensar de nuestro personaje.[15]
No podemos dejar pasar inadvertido el hecho que entre 1886 y 1890 aparecieron cinco publicaciones académicas dedicadas a nuevos estudios sociales: la Political Science Quarterly, la Quarterly Journal of Economics, los Annals of the American Academy of Political and Social Sciences, el Journal of Political Economy y la American Historical Review. Este indicador nos muestra la inquietud de los académicos por ir de la mano con la ciencia y el deseo de los historiadores por escribir una "historia científica".[16]
En este contexto y con motivo de la "Reunión de la Asociación Histórica Americana", en Chicago el 12 de julio de 1893 por celebrarse el cuatrocientos aniversario del descubrimiento de América, apareció la figura de un apenas conocido joven historiador quien se pronunció con un discurso sobre "el significado de la frontera en la historia americana".
El gran logro de Turner fue, a nuestro parecer, hacer explícita la existencia de una "frontera", para lograr esto tomo un conjunto utópico de actitudes y de creencias y las convirtió en una ideología que continuó casi incólume hasta 1930. Sin embargo, se trataba solamente de una ideología, que enlazaba la frontera norteamericana con la conquista del Oeste y que moldeaba el carácter democrático de las instituciones estadounidenses., así como el desarrollo de la nación norteamericana: "La existencia de una superficie de tierras libres y abiertas a la conquista, su retroceso continuo y el avance de los colonos hacia el occidente, explican el desarrollo de la nación norteamericana".[17]
La frontera fue vista como esa "válvula de escape" de una sociedad antigua y decadente como la europea hacia una nueva y joven que era la norteamericana. Por ello, las nuevas oleadas migratorias que iban a ir "poblando" el suelo norteamericano avanzando de Este a Oeste, no se les podía llamar más por su anterior nacionalidad sino que se convertían en "norteamericanos", según Turner: "La frontera es la línea de americanización más rápida y efectiva".[18]
Pero Theodore Roosevelt, ya para 1888, pensaba lo mismo: "Sería imposible imaginar ensamblaje norteamericano más típico, pese a la existencia de extranjeros como ingleses, irlandeses o alemanes, éstos se han norteamericanizado completamente".[19]
Notamos que ambos de nuestros personajes están concibiendo la frontera de manera análoga, como un espacio de interacción, donde las diferentes oleadas migratorias se van a norteamericanizar.
Si reflexionamos un poco sobre el contexto en el cual se vivía nos daremos cuenta que la palabra frontera fue mágica, como un crítico de la New Western History nos hace percatar que: "...evocó imágenes de hombres fuertes luchando contra un salvaje medio ambiente con el fin de iluminar el salvajismo con la luz de la civilización".[20]

No debemos olvidar que el trasfondo en el cual se realizó este movimiento del Atlántico hacia el Pacífico, se desarrolló en una atmósfera intelectual romántica, solo así pudo Turner poner el mito en un paradigma académico.
La lectura de Turner como los escritos de Theodore Roosevelt, nos conducen a afirmar que la historia de la frontera en los Estados Unidos fue la historia del Oeste. Pero ¿de qué Oeste estamos hablando? ¿existe un solo espacio llamado Oeste o existen varios Oestes?
La temprana percepción aguda de nuestros personajes muestra diferentes Oestes, pero a uno solo se le reconoce el mérito, es el caso de Turner. Así, los sumamente críticos académicos de la New Western History y de las Spanish Borderlands, al parecer, jamás revisaron un testimonio de época como la producción historiográfica de Roosevelt para criticar a Turner. ¿Acaso se debió al mito que para Roosevelt "no había mejor indio que el indio muerto" ? Y ,es que aparentemente no se puede estudiar al Oeste sin estudiar a los indios.
Hacia 1992, se brindó un interesante reconocimiento a Turner: "El logro más grande de Turner definiendo la historia del oeste, fue centrar su campo no en una simple región sino en muchas regiones que experimentaron un cambio histórico paralelo. Fue el paralelismo de las historias regionales de Turner lo que hizo que su interpretación pareciese tan rica y sugerente".[21]
Luego de haber sido duramente criticado y a cien años de su exposición en Chicago, se le reconocía a Turner el mérito de haber podido vislumbrar varias regiones o varios "Oestes" y con esto el hecho de haber podido ver un "proceso de fronteras", de espacios que se van reacomodando y redefiniendo. Turner se encargó de estudiar explícitamente el "Medio Oeste" por ser el lugar donde vivió. Sin embargo, no olvidó al "viejo noroeste" y la actividad productiva que desarrolló, pese a solo mencionarlo tangencialmente.[22]
En este "proceso de fronteras", Turner delimitó diversos tipos de fronteras: agrícola, comercial, minera, ganadera, urbana e industrial que vendría a ser el estadío final de desarrollo al que va a llegar la nación estadounidense.[23]
Resulta más que sugerente que un hombre del tiempo de Turner se haya preocupado por "esas regiones" que experimentaron un cambio histórico. Valdría la pena preguntarnos ¿ qué estaba entendiendo Turner por "región"?. Creemos que adelantándose a nuestro tiempo, nuestro personaje entendió por región a "un espacio articulado económica y socialmente". Esta misma definición de región nos conduce a la definición de mercados internos. No resultaría vano, pues afirmar que cuando Turner está hablando de las diferentes fronteras, está refiriéndose a los diferentes mercados internos que se desarrollaron en el Oeste norteamericano.[24]
Desde este punto de vista, Turner no sólo sería un hombre de su tiempo sino uno de los precursores para el estudio de "región" y mercados internos en el Oeste de los Estados Unidos.
La figura de Turner ha oscilado entre la critica y el reconocimiento; en cambio, Theodore Roosevelt solo hace unos meses fue reconocido por su papel en la Guerra contra España, pero de ahí, ha permanecido olvidado en relación a su producción historiográfica.
Theodore Roosevelt percibió antes o paralelamente a Turner, la existencia de varias regiones o varios Oestes, con diferentes actividades productivas. Nuestro personaje supo diferenciar el SurOeste del NorOeste y del Lejano Oeste.
Cuando Roosevelt define el lejano oeste, lo hace en función de la dificultad que existe para vivir en la zona y del exotismo que la rodea: "En ningún lugar, ni aún en el mar, el hombre se siente más sólo que cuando cabalga viendo a lo lejos llanuras que nunca terminan... su vastedad, soledad y monotonía ejercen una fuerte fascinación para él mismo".[25]
Nuestro personaje percibe al Oeste como una zona árida que esta compuesta asimismo por otras zonas, es decir en esta zona existen regiones las cuales él va a describir minuciosamente: "El total de la región es una vasta extensión de campo ganadero, con solo algunos trozos de tierra cultivable, y en muchas zonas no hay nada más que la agricultura, la cual implica cortar una cantidad de heno salvaje o bien sembrar parcelas para uso doméstico. Esto es notoriamente cierto en la zona norte de la región".[26]
Theodore Roosevelt entabló la diferencia entre la zona norte del Oeste que se caracterizó por una economía ganadera de la zona del SurOeste, característica por ser una zona donde proliferan los rancheros: "Los más exitosos rancheros son usualmente aquellos del SurOeste".[27]
A semejanza de Turner, nuestro personaje también se percató de las diferentes fronteras que existían, las cuales describió minuciosamente.[28]
Theodore Roosevelt nunca se consideró un "historiador profesional", se consideraba mas bien un científico y es notoria la influencia de Darwin en su escrito "The Winning of the West". Para nuestro personaje, la marcha al Oeste tuvo diferentes momentos dentro de un proceso de evolución en donde se debe pasar por etapas como si se tratase de estratos de una muestra geológica.
En la marcha hacia el oeste, los actores van a ser los inmigrantes, los cuales van a pasar por diversos estadios desde la caza, el comercio, la exploración para recién convertirse en colonos que van a establecer principios de derecho, justicia y gobierno.[29]
La propuesta de Turner fue expuesta cuatro años después de la aparición de la obra de Roosevelt, anteriormente mencionada. Sin embargo, Turner se expresó en relación a la obra de Roosevelt: "el efecto de las experiencias de Theodore Roosevelt en la conquista del Oeste fue impreso en cada página, y ha descrito la expansión del Oeste norteamericano como probablemente ningún hombre de su tiempo pudo haberlo hecho".[30]
Las experiencias de Theodore Roosevelt en el Oeste pueden ser de validez cuestionable. Sin embargo, sus impresiones nos ayudan a complementar el conocimiento de la historia del Oeste y a darnos cuenta que aquellos a quienes se les considera innovadores no lo son tanto, existen temas que ya eran tratados por Roosevelt aunque desde la perspectiva de su época.

III. NUEVOS Y VIEJOS TEMAS EN THEODORE ROOSEVELT
En la obra de Theodore Roosevelt hay diversos problemas que deben ser planteados, si bien pueden considerarse "viejos", para algunos historiadores tanto de la New Western History como de las Spanish Borderlands, serían asuntos que aún no habían sido considerados hasta que ellos los rescataron. Entre estos tópicos se encuentran tres de singular relevancia para los tiempos actuales: el medio ambiente, la mujer y la frontera como zona de conflicto.

A) EL MEDIO AMBIENTE EN EL OESTE AMERICANO
Para Theodore Roosevelt el medio ambiente no sólo era clima como se podría creer vanalmente, significaba mas aún, era la relación del hombre con la estación que vivía y por ende la actividad productiva a la que se dedicaría: "Para el ranchero, los inviernos son ocasionalmente unas gratas vacaciones, pero mayormente significan un molesto período de descanso forzado" .[31]
Este descanso forzado implicaba obviamente despidos de mano de obra, lo cual también percibe Roosevelt, así también nos menciona que la actividad a la cual se dedicaban en ese tiempo era la caza.[32]
Pero ¿Acaso el indio queda al margen de su relato? ¿ A qué se dedicaba?: "En invierno, a menudo, los indios talan árboles y alimentan a sus caballos. pero, no lo hacen para salvarlos de la hambruna sino porque son necesarios para salir en búsqueda de pasto."[33]
Podemos apreciar que, en tanto es tiempo de descanso para el hombre blanco, el indio esta trabajando; cumpliéndose así un ciclo en el cuan tanto el blanco como el indio interaccionan con la naturaleza, haciendo uso de ella. Es así, como el medio ambiente y la gente que lo habita no están aislados, existe una diversificación de actividades y por ende un mayor desgaste de la naturaleza, lo cual es muy bien percibido por Roosevelt. Sin embargo, hacia 1985, un historiador de la Western History pareciera creer ser el primero en darse cuenta de esto, pese a todo su reflexión es digna de ser tomada en cuenta. [34]

B) LA MUJER EN EL OESTE AMERICANO
Un tópico que quedó claro para Roosevelt fueron los diferentes roles que desempeñaron las mujeres en el Oeste. Nuestro autor se percata que la mujer no se queda en el Este y ésta no es solamente la ama de casa que acompaña resignadamente a su pareja en la conquista del Oeste; sino que también desempeña un rol activo en la colonización: "la mejor fabricante de cuero de ante que he conocido, si no es una típica mujer de frontera, es una mujer que no pudo lograr su total desarrollo salvo en la frontera. Ella confecciona camisas de caza de primera clase....No sólo posee indudables cualidades mental y manualmente, también tiene un buen sentido de justicia aún hacia los indios, lo cual no siempre se ve en la frontera".[35]
La mujer es apreciada por Theodore Roosevelt como un personaje fuerte, en este caso se trata de una mujer que vive sola y tipifica la mujer de frontera: trabajadora, productiva e incluso capaz de entablar relaciones con los indios.
De esta temprana percepción de Roosevelt podríamos tildar como poco justa la afirmación de la reina de la New Western History, sobre que la mujer era un personaje invisible.[36]
Tal era su rol que sirvió como nexo entre la sociedad blanca y la indígena, pasando así por procesos de acomodación, aculturación, asimilación o sincretismo: "Uno de los hombres más trabajadores y prósperos de nuestros vecinos es una mezcla racial con Chippewa. El esta casado con una mujer blanca, y en todo aspecto se parece a un blanco. Dos de nuestros más adinerados ganaderos están casados con mujeres indias.[37]
La revisión de la historia de la mujer en el Oeste desde diferentes perspectivas como la figura de mujeres enérgicas que dan la bienvenida al reto de cambio y oportunidad, o de aquellas que al contraer matrimonio o convivir con hombres diferentes a su raza, se insertan en procesos de cambio. No creemos que para que la historia de la inserción de la mujer en el Oeste sea más rica deba girar en torno a períodos tardíos.

C) LA FRONTERA COMO ZONA DE CONFLICTO
Theodore Roosevelt percibió la frontera no solo como una zona donde se encuentran las culturas, sino también como el espacio donde se desata el conflicto. Esto último debido a que la palabra "encuentro" no debe ser entendida con una connotación meramente pacifista, sino más bien con una de "choque": "Las relaciones entre los blancos que se encuentran en la zona fronteriza y sus vecinos y enemigos los pieles rojas, son rara vez agradables. Hay riñas constantes... Crimen y derramamiento de sangre son los únicos resultados posibles cuando entran en contacto tales hombres".[38]
La zona de frontera debe no solamente ser concebida como lugar de encuentro sino también como el proceso en el cual van a interaccionar estas culturas . En este caso, la "frontera" ya no es una "válvula de escape" sino un espacio donde la violencia y el conflicto se hacen evidentes.[39]
Pero la frontera no solo es un lugar de conflicto entre indios y blancos, también lo es entre blancos entre sí y entre indios. Theodore Roosevelt se percata que no todos los indios son iguales incluso dentro de una misma tribu existen estas diferencias.[40]
El análisis de la obra de Roosevelt no solo vislumbra el tipo de "encuentros" ya mencionados, sino también aquellos entre el vaquero mexicano y el cowboy norteamericano, entre la frontera hispánica y la norteamericana.
La frontera viene a convertirse en un espacio de conflicto e intercambio cultural y su valor, como nos lo recuerda un historiador de las Spanish Borderlands, se ve más enriquecido debido a que : "Conflicto e intercambio en la sociedad de frontera puede realizarse de diversas maneras, así puede incluir simultáneamente acomodación, aculturación, asimilación, sincretismo o resistencia".[41]

Y como enfatiza nuestro ya citado historiador, lo cual también fue enfatizado por Turner y por Theodore Roosevelt , las fronteras poseen el poder de transformar culturas.

IV. ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

Somos conscientes que no podemos aprehender el pasado totalmente y menos aún contarlo tal como fue. Sin embargo, hemos intentado reconstruir y contextualizar a cada individuo y su pensamiento en el tiempo en que vivieron. No por ello, dejamos de reconocer sus tempranas y agudas percepciones.
No ha sido en ningún momento de nuestro interés, desconocer los logros de la Western History, creemos que el estudio del pasado como un continuum con el presente es vital para entender la humanidad, debido a que la humanidad es eso un continuum con sus puntos de quiebre que van a marcar una frontera entre un período y otro y por ende van a hacer evidentes los procesos de cambio pero también las continuidades.
Creemos, sin duda, que es necesario seguir estudiando un tema como la "frontera" , y con mayor razón tal vez si se trata de la estadounidense. Siendo Estados Unidos, la potencia hegemónica resulta de gran importancia seguir estudiando el tema. Solo así podremos dilucidar con claridad por qué podemos hablar de una frontera cultural entre "ellos" y "nosotros", concebida como un "encuentro" donde el conflicto y el intercambio se hacen latentes.
Estamos seguros que buscar nuevas fronteras en un contexto de globalización e integración es una actividad creativa, pero pensamos que antes de ir en búsqueda de esas fronteras, debemos comprender las que ya tenemos y redefinirlas, no como "boundaries" sino como "frontiers". Solamente a partir de esto, lograremos lo que tanto anhelamos: integración y bienestar económico para nuestros países. No somos Estados tan viejos para caer en el fatalismo, nuestro problema es el "mito", aún creemos que la raza que habitó el Norte fue superior a la que habitó el Sur.
Si no somos capaces de romper con los mitos, no seremos capaces de avanzar en el largo camino ya no del Progreso del siglo XIX sino del desarrollo del siglo XX y del XXI.


V. BIBLIOGRAFIA

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- “The true historian will bring the past before our eyes as if it were present”. En: Jeffers, Paul H. (ed.). “The Bully Pulpit. A Teddy Roosevelt Book of Quotations”. Dallas: Taylor Publishing Company, 1998. P. 70.
Å Todas las traducciones del inglés al español son propiedad de la autora.
ÔEn nuestras traducciones la palabra “American” y sus derivados será traducida como “norteamericano”, también con sus respectivos derivados.

[1] Cuando nos referimos a las “no tan nuevas tendencias” que se encargan del estudio de la frontera como el estudio del Oeste norteamericano, estamos haciendo alusión a la New Western History y a las Spanish Borderlands.
Vale la pena traer a colación el hecho que ambas tendencias ligan el estudio de la frontera con el estudio del Oeste norteamericano, lo mismo que hicieron Turner y Roosevelt en su tiempo. Pero claro esta, el abordaje del tema al parecer es otro.
[2] Bastaría citar a hombres como Mark Twain, Herbert Hoover, John Fiske, Francis Parkman, William Roscoe Thayer, Harry Shaw, Minot Weld, Jacob Riis, E.A. Ross, en el aspecto intelectual y a personajes como Henry Cabot Lodge, John Hay y Elihu Root, en el plano de la política.
[3] Jiménez, Alfredo. “El Lejano Norte Español: Cómo Escapar del American West y de las Spanish Borderlands”. En: Colonial Latin American Historical Review. Número 5. Otoño de 1996. P. 381.
[4] Weber, David. “Turner, los boltonianos y las tierras de frontera”. En: Revista de Indias. Anexo 4, 1990. P. 62.
[5] Nótese que a inicios del párrafo hemos escrito “a fines del siglo XX”, y lo hemos hecho para hacer alusión a la fecha en que el Dr. David Weber publicó su artículo (1990).
[6] Susman, Warren I. La Cultura como Historia. La Transformación de la Sociedad Norteamericana en el Siglo XX. México: Edamex, 1987. P. 44.
Faragher, John Mack. “The Frontier Trail: Rethinking Turner and Reimagining The American West”. En: Americal Historical Review. Volúmen 98. Febrero de 1993. P. 108.
Y para el estudio del tema sobre problemas laborales y oleadas migratorias, véase: Jacobson, Matthew Frye. Barbarian Virtues. The United States Encounters Foreign Peoples At Home And Abroad (1876 – 1917). New York: Hill and Wang, 2000
[7] Para mayor información sobre el vocablo “frontera”, consúltese: Decaux, Emmanuel. “L´Approche Du Droit International: Zone Internationale, Zone Frontiere, Zone De Transit, Zone Franche, Frontiere Geographiques Et Amenagements Juridiques”. En: Laterriere, Julien. Frontiere Du Droit, Frontieres Des Droits. París: Universidad de París. Publicación número XXX. P. 1 - 12.
Céspedes, Guillermo. “Introducción”. En: Turner, Frederick J. La Frontera en la Historia Americana. San José: Universidad Autónoma de Centroamérica, 1986. P. 6.
[8] Weber, David J. y Rausch, Jane M. “Introduction”. En: Weber, David J. y Rausch, Jane M. (ed). Where Cultures Meet. Frontiers in Latin American History. Delaware: Jaguar Books, 1994. P. XIII – XV.
Adelman, Jeremy y Aron, Stephen. “From Borderlands to Borders: Empires, Nation – States, and The Peoples in Between in North American History”. En: American Historical Review. Número 104. Junio, 1999. P. 814 – 841.
[9] Webb, Walter Prescott. “The Great Frontier”. En: Weber, David J. y Rausch, Jane M. (ed). Op. Cit. P. 63.
[10] Mowry, George E. The Era of Theodore Roosevelt and The Birth of Modern America (1900 - 1912). New York: Harper and Row Publishers, 1958. P. 106 - 107.
Grant, George. Carry a Big Stick. The Uncommon Heroism of Theodore Roosevelt. Maryland: Cumberland House Publishing, 1996. P. 35 - 37.
Para mayor exhaustividad sobre la vida de nuestro personaje véase: Roosevelt, Theodore. An Autobiography. New York: Macmillan, 1913.
[11] Turner, Frederick Jackson. " The Significance of the Frontier in American History". En: Weber, David J. y Rausch, Jane M. (ed). Op. Cit. P. 2.
Céspedes, Guillermo. Op. Cit. 5 - 12.
Ridge, Martin. "Frederick Jackson Turner and His Ghost. The Writing of Western History". En: Ridge, Martin; John, Elizabeth A.H.; Josephy, Alvin M. Jr.; Lamar, Howard R.; Starr, Kevin y Miles, George (eds). Writing the History of the American West. Worcester: American Antiquarian Society, 1991. P. 65 – 76.
Si se desea profundizar en torno a la trayectoria académica de Turner aconsejamos: Billington, Ray Allen. Frederick Jackson Turner: Historian, Scholar and Teacher. New York: Oxford University Press, 1973. P. 472 - 497.
[12] Mowry, George E. Op. Cit. P. 17.
[13] Susman, Warren I. Op. Cit. P. 42 - 43.
[14] La redacción original es: "The great speeches of statesman and the great writings of historians can live only if they possess the deathless quality that inheres in all great literature". History as Literature and Other Essays , 1913. En: Jeffers, Paul H. (ed). Op. Cit. P. 70.
[15] La producción historiográfica de Theodore Roosevelt se inició en 1882 y finalizó en 1918, un año antes de su muerte. Podemos calificarlo como "un intelectual práctico", sumamente productivo.
[16] Mowry, George E. Op. Cit. P. 20.
[17] Turner, Frederick Jackson. "El significado de la frontera en la historia americana". (Discurso leído en la reunión de la Asociación Histórica Americana en Chicago, el 12 de julio de 1893. En : Revista de Indias. Anexo 4, 1990. P. 10.
[18] Ibíd. P. 12.
[19] La redacción original es: "It would be impossible to imagine a more typically American assemblage, for although there are always a certain number of foreigners, usually English, Irish, or German, yet they have become completely Americanized".
Roosevelt, Theodore. Ranch Life and The Hunting Trail. New York: The Century Co., 1896. P. 4.
[20] La redacción original es: "...it conjured up images of brave individuals battling against a savage environment in order to bring the light of civilization into the wilderness".
Thompson, Gerald. "The New Western History: A Critical Analysis". En: Continuity. A Journal of History. Número 17. Otoño de 1993. P. 15.
[21] La redacción original es: "Turner´s greatest achievement in defining Western History as he did was to center the field not on a single region but on many regions undergoing parallel historical change. It was the parallelism of Turner´s regional histories that made his interpretation seems so rich and suggestive".
Cronon, William; Miles, George; Gitlin, Jay. "Becoming West. Toward a New Meaning for Western History. En: Cronon, William; Miles, George; Gitlin, Jay. (eds). Under an Open Sky. Rethinking America´s Western Past. New York: W.W. Norton, 1992. P. 6.
[22] Turner, Frederick Jackson. "El Medio Oeste" . En: Turner, Frederick Jackson.Op. Cit. P. 153 - 185.
[23] Turner, Frederick Jackson. "El significado de la frontera en la historia americana". (Discurso leído en la reunión de la Asociación Histórica Americana en Chicago, el 12 de julio de 1893. En : Revista de Indias. Anexo 4, 1990. P. 14 - 34.
[24] En el caso peruano, la noción de " región" ha sido ampliamente trabajada, existen estudios para la zona norte como el de Aldana, Susana. El Antiguo Gran Espacio. El Caso de las Tinas de Jabón en Piura ( Siglo XVIII). Piura: CIPCA, 1991. Para la zona Central: Manrique, Nelsón. Mercado Interno y Región. La Sierra Central, 1820 - 1930. Lima: DESCO, 1987. Y para la zona Sur: Flores Galindo, Alberto. Arequipa y el Sur Andino. Lima: Editorial Horizonte, 1977.
Nuestra definición de "región" parte de las clases escuchadas y de las polémicas entabladas con Susana Aldana y Nelsón Manrique, de los cuales tuve el placer de ser alumna y hoy comparto su grata amistad.
[25] La redacción original es: "Nowhere, not even at sea, does a man feel more lonely that when riding over the far - reaching, seemingly never - ending plains...Their vastness and loneliness and their monotony have a strong fascination for him".
Hagerdorn, Hermann. (ed). "Works Of Theodore Roosevelt.". 1926. En: Jeffers, Paul. (ed). Op. Cit. P. 132.
[26] La redacción original es: "The whole region is one vast stretch of grazing country, with only here y there spots of farm - land, in most places there being nothing more like agriculture than is implied in the cutting of some tons of wild hay or the planting of a garden patch for home use. This is especially true in the northern portion of the region". (Los subrayados son nuestros).
Roosevelt, Theodore. Op. Cit.. P. 1.
[27] La redacción original es: "The most successful ranchmen are those, usually South - Westerns".
Ibíd. P. 4.
[28] Ibíd. P. 42 - 53.
[29] Roosevelt, Theodore. The Winning of the West. New York: G.P. Putnam´s Sons, 1900. 4 volúmenes.
Consúltese también: Burton, David H. " Theodore Roosevelt´s Social Darwinism and Views on Imperialism". En: Journal of the History of Ideas. Volúmen 26. T.1. Enero - Marzo, 1965. P. 103 - 118.
[30] La redacción original es: "The effect of Roosevelt´s experiences in the Bad Lands was stamped on every page, and he had depicted America´s western expansion as probably no other man of his time could have done". (El subrayado es nuestro pero el énfasis es del autor).
Cita extraída de: Miller, Nathan. Theodore Roosevelt. A Life. New York: Quill William Morrow, 1992. P. 200
[31] La redacción original es: "For the ranchman the winter is occasionally a pleasant holiday, but more often an irksome period of enforced rest".
Roosevelt, Theodore. Ranch Life and The Hunting Trail. New York: The Century Co., 1896. P.38.
[32] Ibídem.
[33] La redacción original es: "Often, in winter, the indians cut down the cottonwood trees and feed the tops to their ponies; but this is not done to keep them from starving, but only to keep them from wandering off in search of grass."
Ibíd. P. 38 - 39.
[34] West, Elliot.. “Introduction” y “Land”. En: West, Elliot. The Way to the West. Essays on the Central Plains. Albuquerque: University of New Mexico Press, 1995. P. 1 - 50.
[35] La redacción original es: "The best buckskin maker i ever met was, if not a typical frontiers - woman, at least a woman who could not have reached her full development save on the border. She made first - class hunting - shirts...She not only possessed redoubtable qualities of head and hand, but also a nice sense of justice, even, towards Indians, that is not always found on the frontier".
Roosevelt, Theodore. Ranch Life and The Hunting Trail. New York: The Century Co., 1896. P.52.
[36] Limerick, Patricia. “Introduction”. En: Limerick, Patricia (ed). The Legacy of Conquest. The Unbroken Past of the American West. New York: W.W. Norton, 1987. P. 21.
[37] La redacción original es: "One of the most hard - working and prosperous men in our neighborhood is a Chippewa half - breed, he is married to a white wife, and ranks in every respect as a white. Two of our richest cattle - men are married to indian women".
Roosevelt, Theodore. Ranch Life and The Hunting Trail. New York: The Century Co., 1896. P. 57.
Es interesante al mismo tiempo, meditar en torno al ejemplo que pone Ridge para analizar lo que sucede cuando interactúan las culturas india y blanca. Véase: Ridge, Martin. Op. Cit. P. 75.
[38] La redacción original es: "The relations between the white borderers and their red - skinned foes and neighbors are rarely pleasant. There are incessant quarrels...Crime and bloodshed are the only possible results when such men are brought in contact".
Roosevelt, Theodore. Ranch Life and The Hunting Trail. New York: The Century Co., 1896. P. 55.
[39] Para un mejor entendimiento de la violencia en la frontera. Léase: Foweraker, Joe. "Violence on the Frontier". En: Weber, David J. y Rausch, Jane M. Op. Cit. P. 188 - 195.
[40] Roosevelt, Theodore. Ranch Life and The Hunting Trail. New York: The Century Co., 1896. P. 45 - 53.
[41] La redacción original es: "Conflict and exchange across frontier societies can take place in a variety of ways that might simultaneously include accommodation, acculturation, assimilation, syncretism, and resistance".
Weber, David J. “Introduction”. En: Weber, David J. The Spanish Frontier in North America. New Haven: Yale University Press, 1992. P. 13.

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